
Abel Serdio (Avilés, 1994) debutó así de tarde con la selección española de balonmano en el Campeonato del Mundo ante Montenegro (20.30 horas, Teledeporte.) manteniendo así la tradición de que haya al menos un jugador asturiano.
–Lleva varios años en la selección, pero esta es su primera gran competición.
–Debutó en la selección en el 2018 cuando estaba en Valladolid, pero no había conseguido entrar en ninguna convocatoria para una potente competición como un Europeo o un Mundial. Esta es la primera vez. Estar aquí es fruto del trabajo de todos estos años, consiguió estar en la lista final y por supuesto que supone una gran ilusión. Estoy todavía que no me lo creo.
–¿Mantener la tradición de que un asturiano tiene opción en la selección es un orgullo o una responsabilidad?
–Igual es más responsable que orgullo de mantener la tradición de que haya jugadores asturianos en la selección. El último fue Raúl Entrerríos. Tengo muy difícil llegar a donde llegó él, pero para mí también es un orgullo representar a mi tierra en la selección. Cuando yo empezaba a jugar veía a Raúl por la tele y al final acabé jugando con él.
–¿Qué objetivo se marca la selección?
–Sabemos que es muy difícil conseguir las medallas. El inicio tal vez es más accesible, pero una medida que va pasando rondas las cosas se hacen cada vez más complicadas. España en los últimos años se habló de que sería muy difícil con el cambio generacional, pero al final se ha demostrado que somos un equipo muy competitivo. Tal vez no seamos tan mediáticos como puedan ser Francia o Dinamarca, pero siempre estamos ahí luchando por las medallas. Se seguro que al resto de las selecciones no les gusta tener que jugar contra nosotros.
–¿Favoritos?
–Creo que los favoritos son los de siempre, Francia, Dinamarca, Noruega… y este año habrá que añadir a Suecia, que lo está haciendo muy bien y además es uno de los organizadores. Hay que ver cómo llega Polonia, que también es organizador, y esperemos que como siempre los españoles aparecieron también por ahí. Tras el torneo de Benidorm las sensaciones son buenas y una de las señas de identidad de la selección es que sempre quiere más.
–¿Mantiene relación con los que fueron sus compañeros en el Juanfersa Gijón?
–Claro que mantengo relación con la gente que coincide en el Juanfersa. Adrián es mi mejor amigo, veo que lo está haciendo muy bien, le ligieron el más jugador de la Liga del mes de noviembre y con Costoya también hablo a menudo. Por desgracia aquellos tiempos del Juanfersa es complicado que vuelvan. El Base Oviedo lo está intendando y lo está haciendo bien, pero la diferencia está en que la generación que sufrió al Juanfersa y se mantuvo en Asobal eran casi todos asturianos, jóvenes que llegábamos y veteranos que volvían. Ahora por desgracia hay pocos jugadores asturianos jugando fuera que puedan volver. Una pena que esto sea así porque el primero que quisiera volver a jugar en Asturias soy yo.
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