Rodeada de tenistas, el destino de eva lys no podria ser otro. Nacida en kyiv, Ucrania en el año 2002, la hora número 128 del mundo ha visto cómo su tenis ha hecho que catapultó a la clasificación. Su padre, vladimiringresó al Hamburgo después de haber jugado por Ucrania en la Copa Davis, y su hermana, Lisa Matviyenkotambién ha competido en el circuito, algo que ha sido determinante en la carrera de Eva.
En una temporada para el recuerdo, Lys disputó la previa de dos Grand Slams, Wimbledon y US Open, algo que no se imaginaba conseguir de forma tan temprana. La alemana conoció en Iga Swiatek, número uno del mundo, en Stuttgart tras firmar un sorprendente triunfo ante Viktorija Golubic. Pesada tras perder en sets de espalda, Eva obtuvo una experiencia inédita de lo aprendido, según cuenta en una entrevista con WTA Insider.
Con confianza en su tenis sin menospreciar a su rival
“En cuanto tengo confianza en mi tenis, juego a otro nivel. Es en el camino para entrar en pista independientemente de quién esté al otro lado, saber que puedo ganarle porque tengo el nivel. Respeto mucho a todos mis rivales. Año principios de año me sentí muy honrada de compartir track con grandes jugadoras del Top 100.
Trabajo de cerca con mi psicólogo/a deportista. Un día salí a pista sin fijarme en mi oponente, creyendo en mí mismo. Ganar el primero y segundo partido contra tenistas del Top 100 me dio mucha confianza en mi juego. Puedo compartir pista con ellas y salir veladora. Hay una gran diferencia entre crear que deberías ganar y crear que puedes hacerlo. ‘Debería’ es una palabra muy fuerte, nunca sales pensando eso. A mí no me funciona pensar que tengo que ganar el partido. Sólo sé que hay una gran posibilidad de que pueda”.
“Mi hermana es una de las razones por las que juego tan bien ahora”
“En la segunda parte del día, mi padre estaba trabajando, así que nos llevaba con él y básicamente crecimos en la pista. Muy pronto, nos dimos cuenta de que no se nos daba mal el tenis. Mientras mi hermana jugaba, yo me quedé simplemente observándola, fijándome en las buenas cosas del circuito, aprendiendo de los errores que puedes cometer. Ella es una de las razones por las que estoy jugando tan bien actualmente.
Especialmente cuando crecíamos, ha tenido mucha influencia sobre mí. Fue ella quien me dijo: ‘Eva, ve a perder todas las emanas. Tienes que aprender a perder, porque si no va a ser muy duro para ti. Es más importante aprender a encajar las derrotas que celebrar y emocionarse por las victorias’. Eso se me quedo grabado”.
Duelo contra Iga Swiatek
“Fue algo loco. Nunca antes había tenido un estadio entero animándome. Fue un poco eufórico jugar en ese escenario. Contra Swiatek sintió como si alguien me hubiera echado un jarro de agua fría. Estaba sudando incluso antes de salir a pista. Tenía mucho respeto, pero fue una gran experiencia ver cómo jugaba una tenista que ganaba todos los partidos, jugaba intercambios en los que yo era la mejor jugadora. No gané el encuentro, pero sin duda gané algunos puntos, por algo se empieza. Eso me dio suficiente motivación para el resto del año”, explicó Eva.
Superando sus expectativas
“El foco de mi pretemporada el año pasado no estaba realmente en el tenis, estaba más en mi cuerpo, porque en los últimos años estuvo afectado de pequeñas lesiones. Mi objetivo era entrar en la fase previa del US Open porque era el último y no creía que todo sucediera tan rápido”, dice Lys, quien se adelantó para debutar en la qualy de Wimbledon, para repetir meses más tarde en el US Open.
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