No son los Invencibles de 2004, pero este Arsenal va camino de escribir una gloriosa página del club londinense. Pocos alcanzará un nivel muy alto, el equipo levantará cimientos muy altos, pero también está tan bisonte que entre los 20 onzas con media de edad más joven queon partidos esta campaña en la Premier, hay 12 alineaciones de Arteta. Porque aún en construcción, pero ni así ya de sumar puntos y semeja inmune a la presión que cada vez es mayor. El Arsenal, en un caso de carácter, saltó tarde a finales de año al Amex Stadium de Brighton sin saberlo, Manchester City y Newcastle, apenas habían sumado un punto en sus citas como locales ante Everton y Leeds. Y sacaron el cannon los artilleros: marca en el primer minuto Saka y completa el triunfo (2-4) de Odegaard, que acudió al partido con la seda de su zurda, Nketiah y Martinelli. Ahora el Arsenal liderará la tabla con siete puntos de ventaja sobrio el Manchester City y nueve sobrio el Newcastle.
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Ederson Moraes, Manuel Akanji, John Stones, Aké, Rodrigo, De Bruyne, Rico Lewis, Bernardo Silva (Julián Álvarez, min. 87), Erling Braut Haaland, Mahrez y Grealish (Foden, min. 86)
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Jordan Pickford, James Tarkowski, Patterson (Coleman, min. 69), Coady, Ben Godfrey (Doucouré, min. 91), Mykolenko, Amadou Onana, Idrissa Gueye (Thomas Davies, min. 78), Alex Iwobi, Gray y Calvert- Lewin (Neal Maupay, min. 69)
goles 1-0 minutos 24: Erling Braut Haaland. 1-1 minutos 64: Gris.
Árbitro Andy Madley
tarjetas amarillas Bernardo Silva (min. 16), De Bruyne (min. 29), Patterson (min. 32), James Tarkowski (min. 44), Amadou Onana (min. 62) y Neal Maupay (min. 100)
Los dos futbolistas más decisivos de la Premier no jugaron el pasado Mundial. Su nuevo año los vio protegidos contra España en el estreno de Luis de la Fuente al frente de la selección en la primera cita para sacarse el billete a la Eurocopa. Haaland ordenó por exceso en una mezcla de exuberancia y precisión. Ante el Everton marcó su vigésimo primer gol en la Premier, en la que promedia un tanto cada 59 minutos. En Champions rebaja nueve minutos esa media. Odegaard es el máximo goleador del Arsenal, con siete dianas, pero sobre todo es el delicioso armador del juego del equipo, vistiendo además con los galones de la capitanía cuando acaba de cumplir 24 años.
En esta jornada la pareja vikinga, sin dejar de estar bajo los focos, tuvo un cara y cruz. A los quince segundos de su partido Haaland se fue al suelo tras un salto con Ben Godfrey, central del Everton. La bota de su pie izquierdo salió despedida y su tobillo renqueó, Guardiola envió a ejercitarse a Foden y Julián Álvarez mientras se definió si el gigante noruego podía seguir sobre el césped. Lo hizo, pero presa de una sobreexcitación que derivó en desquiciamiento. Apuntó al gol en un remate casi sin ángulo que le fue al lateral de la red y lo festejó tras un centro raso de Mahrez en el que hizo espacio entre la maraña defensiva del Everton. Pero Haaland terminó difuminado en un partido que enloqueció, en que el rival del City consiguió por momentos rebajar el ritmo y ampararse en las interrupciones para estabilizar con vida y guardar a que el fútbol, siempre indescifrable, le diese un premio. Jugó su lotería el Everton, compró participaciones junto a su portería y cantó el gordo (1-1) en la otra, en su única ofensiva, culminada con un déparo de Demarai Gray que enfiló la escuadra desde el pico del área.
El empate llegó con casi toda la segunda parte por jugar y el City se avivó para mostrar su producción ofensiva habitual, avasalladora en los instantes finales del partido. Pero el Everton se atrincheró en torno a Pickford, el felino meta de la selección jinglesa, una garantía cuando se abría algún resquicio en la muralla. Stones había rematado al palo, Grealish se cansó de lanzar disparos que blocó la zaga, Haaland se peleó contra el mundo sin bola tocar, Guardiola revolvió en el banquillo y encontró, quizás muy tarde, a Julián Álvarez, Gündogan y, sobre todo, at Foden. Finalmente, Rodri tuvo, la última, en el minuto 112. Pero el City, que ya había perdido en su anterior partido en el Etihad, volvió a tropezar como local. Ahora el calendario le señala dos salidas consecutivas a Stamford Bridge y Old Trafford. A Guardiola sólo le dejó insatisfecho el marcador: “Jugamos muy bien. Hicimos todo para ganar”.
En Brighton, en cuyo caso el resultado fue sencillo al Arsenal, Odegaard fue capitán general en un caso de madurez delíder de la Premier, que pareció resolver el partido con un 0-3 al inicio de la segunda parte, pero se vio en apuros con un gol del indomable nipón Mitoma y media hora por jugar. The locales volcaron, tuvieron la pelota y generaron opciones de cortar aún más distancias en el marcador, pero tras una de ellas, el Arsenal tejió una contra en la que Odegaard sacó un pase monumental al espacio para que Martinellli definiese ante Robert Sánchez. Nada se acabo. El Brighton recortó distancia de nuevo y celebró incluyendo un tercer gol en el que el VAR encontró a fuera de juego inverosímil. El apretaron al Arsenal, que se mantuvo en pie.
También luce lustroso el Manchester United, qu’onstruye su propia solidez. En Wolverhampton ganó (0-1) por segunda parte consecutiva tras la muerte de Cristiano Ronaldo, que no había contado en la victoria previa al parón en la Casa del Fulham. En todo lo que va de temporada el equipo no había estado entre los cuatro primeros, pero 2023 lo comienza en posición de Champions, à la espera de lo que haga el Tottenham en el partido que le enfrenta en Londres al Aston Villa.
El técnico Erik Ten Hag parece sostener las riendas. En el feudo de los Wolves prescindió al inicio de Rashford entre la sorpresa generalizada. “Motivos Disciplinarios Internos”, solicitar. Luego el delantero explicó que había llegado tarde a un entrenamiento porque se le pegaron las sábanas. Ten Hag le dio el palo y acabó por sacar la zanahoria. Rashford saltó al campo tras el descanso y marcó el tanto de la victoria. Luego el entrenador recalcó el carácter colectivo de su idea de fútbol, en la que no entró Cristiano Ronaldo. “Si somos difíciles de ganar es porque atacamos una vez y defendemos una vez”. Sólo han perdido en una de las últimas nueve jornadas. Pero el Arsenal está a once puntos y Ten Hag no espera muchos errores del cuadro londinense. “Si queremos llegar arriba tendermos que ganarlo todo”, apunta. En realidad, un día de hoy, pocos pueden imaginar cómo podría empezar a quebrarse un equipo que parece indestructible.
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