Ha muerto un histórico del fútbol español, el jugador y entrenador vasco Txetxu Rojoparte de la historia del Athletic Club de Bilbao y de la selección española, con la que 18 partidos disputados. chechu rojo, debutó en Primera División en el equipo de toda su vida en 1965 y lo hizo precisamente ante un equipo andaluz, el Córdoba. Retirado como jugador en 1982después de haber disputado 541 encuentros y después sentido en varios banquillos de LaLiga.
El Athletic Club ha glosado la figura de Txetxu Rojo tras conocerse el fallecido del que es una de las “más grandes leyendas rojiblancas” este viernes, en la localidad vizcaína de Leioa, “acompañado de sus familiares” a los 75 años de edad. “En un club plagado de leyendas, vamos uno de los más grandes, auténtico un mito rojiblanco, con una trayectoria fabulosa en la centenaria historia del Athletic. Una zurda de seda, puro ingenio en el pase y centro al área… Un insoluble 11un One Club Man (jugador de un solo club)”, acotó el ídolo de muchos de los aficionados que le vieron jugar durante sus 17 temporadas en el primer equipo rojiblanco. Entre 1967 y 1982.
Pero, añade el Athletic, “la huella que Txetxu Rojo deja en el Athletic Club es inmensa y va mucho más allá del fútbol”. “A su vez un su pierna izquierda prodigiosasu talento creativo y su clase deslumbrante un ídolo que marcó toda una época y cuyo eco durra inalterable entre los atléticos”, continuó el club vasco. la banda izquierda se han transmitido entre generaciones de manera espontánea, como perduran en la memoria colectiva el recuerdo de los seres queridos y los grandes mitos”.
José Francisco ‘Txetxu’ Rojo Arroita (Bilbao, 28-01-1947) es el segmento futbolístico con más partidos disputados en la historia del Athletic (541), y más que un jugador de campo, y cuenta en su palmares con dos títulos de Copa, los de las finales ganadas al Elche y al Castellón en 1969 y 1973. Aunque como quien le precede en esa histórica lista, el también el legendario jose angel ‘El Chopo’ Iríbar (614), que cuenta tal vez con esas dos Copas en su palmares como rojiblanco -así que bien añade la Eurocopa de 1964 con España-, Rojo I está por encima de los títulos conseguidos.
Su larga trayectoria, 17 temporadas, su impacto en los aficionados y el hecho de que el homenaje que le homenaje en San Mamés una vez abandonado el fútbol como jugador fuera ante Inglaterra, una selección venerada durante décadas en Bilbao, le situan entre los grandes.
Y eso que se apartó justo cuando el Athletic, de la mano de su excompañero Javier Clemente, iba a lograr en los años posteriores los recordados títulos de los años 80.
De Rojo, más allá de los números, que se valoran más con el tiempo, lo queda es su planta, su conducción del balón con una zurda de seda y su impecable toque de balón. Oro puro en los centros al área para cabeceadores de la entidad de otros grandes rojiblanco, Fidel Uriarte, el ‘pichichi’ Carlos Ruiz o el gran capitán de los títulos Danel Ruiz-Bazán, que los aprovecharon.
No tan dilatada para una trayectoria internacional terminó en 18 partidos, inferior a la esperada a una figura tan destacada.
Entre el legado de Rojo como jugador está la epica campaña de 1976-1977, cuando el Athletic dirigido por Koldo Agirre llegó a finales de Copa y UEFA y los laterales las perdieron por poco. La de la UEFA frente a la Juventus de Turín por el mayor valor de los goles marcados fuera de casa (1-0 en Italia y 2-1 en San Mamés) y la Copa contra el Betis tiene penaltis en una tanda larguísima (2- 2 al final de la prórroga).
Como no podía ser menos para alguien de su conocimiento del juego, Rojo fue entrenador. No triunfó en el Athletic, al que dirigió en dos etapas y donde tuvo a Ernesto Valverde de ayudante, pero fue muy querido en el Celta de Vigo y tiene el hito de llegar con el Zaragoza a la última jornada de Liga con opciones matemáticas de ser campeón de liga
El Athletic considera que “los datos y las palabras se quedan cortos para construir cualquier semblanza sobre Txetxu Rojo, ya que los que le vieron jugar” durante 17 temporadas de su juego único en la banda izquierda disfrutaron de regatas asombrosas, pasadas urgentes e inesperadas, controles exquisitos y goles preciosos”.
Pero, sobre todo, “recuerdan el aura de un futbolista irrepetible, un artista, un creador de belleza, acaso desprovisto de la garra de otros mitos rojiblancos, pero poseedor de un genuino y enorme corazón de león”.
“Aunque el corazón de Txetxu haya dejado de latir en su cuerpo mortal, seguirá latiendo por siempre en los corazones de la afición. en las próximas horas” comunicará “cómo será la despedida en honor” de “un mito rojiblanco, un 11 inolvidable” .
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