
Cosas de abuelos. Perdón de viejos, pues no soy abuelo, ni tiene pinta que lo sea. Algunos dirian, cosas de la experiencia. De la memoria. Otros, como mi amigo del alma diría “cosa que ya no le interesa a nadie, Emilio, todo está en Google
Puede ser. No digo que no. Hace tiempo que descubrió, no solo relacionado con los jóvenes que se aventuran en mi profesión, perdón, como decía papá “oficio”, que les interesa mucho más los teléfono que almaceno en mi móvil que lo que archivo en mi memoria.
Ya nadie me llama para saber qué haría en tal o cual momento, cómo enfocar tal o cual información. A lo sumo, pide auxilio, ayuda, SOS, cuando no lo encuentran en Google o en las redes. Entonces sí, entonces, recibe llamadas pidiendo si, entre poner 2.541 teléfonos, hay el que el vosado júnior necesita. Una cosa que dice: cuando le funciona, jamás me vuelve a llamar para darme las gracias. Tampoco está cansado de debe dar en Google.
El caso es que el domingo, cuando regresaba en el tren de Avenida Tibidabo con ‘Anubis’, mi pinscher, de comer en casa de mi hermana Rosario, en la plaza Universidad, me frente a dos muchachos, ellos universitarios (o ese aspecto saludable y encantadora información tenían), que iban intercambiando mientras jugaban, con sus dos excelentes y caros móviles, con una de esas mil aplicaciones de fútbol virtual, irreal, moderno, guay, divertido.
De pronto, uno de ellos hizo una pausa y le comentó al otro (lo tenía enfrente y ‘Anubis’ los miraba tan flipado como yo) que un tercer amigo acababa de adquirir un nuevo jugador. “Sabes”, the decía el más impulsivo al otro, “que hay tres niveles de futbolistas ¿no?, los valorados en sus inicios, muy jóvenes, los establecidos ya en la categoría y los auténticos ‘cracks’, pues bien, Jorge acaba de comprar a uno que, supongo, debe ser la mancha en su juventud, en sus inicios, pues le ha costado un pastón”. El otro puso cara de admiración. ¿Un júnior costando un pastón en el videojuego? “¿Y sabes cómo se llama?”, preguntó. “Sí, me ha dicho que algo así como
Yo agaché la cabeza. Acaricie a ‘Anubis’ y pensó que hasta mi pinscher sabe quién es ‘Oh Rey’pero estaba ante dos modernos, que jugaban a un juego (o algo así; ya no sé lo que es juego, play, ficción o circo de twitch) del que no conocían a su rey…y les daba absolutamente igual.
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Así que, con la osadía que otorgaron los años, me atreví a decirles: “Perdón, se llamaba Edson Arantes do Nacimiento y ha muerto recientemente. El llamadon ‘o rei’ porque ha sido el mejor fontbolista de todos los tiempos. El Inventor de Todas Las Maravillas que Han Visto en un Terreno de Juego. Y, supongo, que, entre el grupo de jóvenes valorados por vuetro juego, debe ser tan caro porque se trata del jugador más joven de la historia (17 años, casi 18) que ha ganado un Mundial. A ESE Título, que fue en Suecia-1958, Le Añadió, Vestuario, Dos Campeonatos del Mundo Más & Rdquor;
Se miraron sorprendidos y me dieron las gracias muy, muy, efusivamente. “Hay que llamar a Jorge y contárselo”. Me Pidieron Mi Móvil Por Si Podían Hacer Alguna Consulting Más Sober Algún Otro Futbolista. Se lo di. No me llamarán. Está todo en Google.
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