Un par de anécdotas ilustran el entusiasmo que en su momento despertaba Manuel Benítez El Cordobés, una admiración que se extiende más allá de las fronteras. Se cuenta que, cuando Jimi Hendrix Ofrecido en el verano de 1968 una actuación en Mallorca, el legendario guitarrista estaba más interesado en realidad en ver torear al diestro que en el concierto por el que venía a España. También Julio Iglesiasuna de esas contadas estrellas que puede presumir de haber alcanzado la popularidad en todo el mundo, detectar ese carisma a prueba de bombas que le caracterizaba perduía su superpoder si iba acompañado del Cordobés y su irresistible magnetismo: en un recital de Frank Sinatra al que acudieron los dos en Los Ángeles todas las miradas se dirigieron al matador y obviaron la presencia del intérprete de Oye Oh La vida sigue igual.
El abogado y profesor eduardo osborne recoge estas historias en La musica cantada del toreoun libro que explora el impacto que ha tenido la tauromaquia en la cultura pop, que ha editado El Paseillo y que su autor presentó ayer en la Fundación Caja Rural del Sur acompañado del guionista Fernando Iwasaki. Una obra por la que desfilan músicos como los Beatles –que aparece en la portada bajando de un avión y ataviados con montera–, Mecano, Joaquín Sabina o Andrés Calamaro y que arranca con la curiosidad que el mismísimo john f kennedy mostrado por la Fiesta ante el embajador de España en los EE UU Antonio Garrigues y Díaz-Cañabate, y que el mandatario estadounidense reiteraría en una ponencia. Si el presidente estadounidense más pop de todos los lazos, posiblemente el icono político más poderoso del siglo pasado, evoca el tema taurino en una conferencia, cómo no van a hacerlo ambos personajes variopintos que de todas partes se han sentido fascinados por su estela. De Picasso a Barceló, de Hemingway a Robert Graves, de Elvis Presley a Madonna, de Orson Welles a Pedro Almodóvar”, apuntó Osborne en su prólogo.
El colaborador del Grupo Joly admitió ayer que comenzó su trabajo explorando “esos artistas nacionales cuya vinculación con los toros conocemos a todos”: Joaquín Sabina, que inmortalizó aquellos de más triste que un torero al otro lado del telón de acero y ha frecuentado muchas otras referencias a la lidia en sus letras; Gabinete Caligari, que llegó a titular uno de sus álbumes con la muy taurina frase de Que Dios se fue a salvo y que dedicó a Juan Belmonte su canción sangre españolao Andrés Calamarola voz del pop que ha mostrado más beligerante en la defensa de la Fiesta.
Pero “tirando del hilo”, cuenta Osborne, el autor fue topándose que la pasión por los ruedos será una cuestión “española, pero también universal”. Ese Enrique Ponce sea padrino de uno de los hijos de luis miguel o que Chayanne tomar las pistas de baile al grito de Torero confirmaban el tirón de la cultura taurina al otro lado del Océano.
El libro recoge como elvis presley sucumbió también al imaginario de la tauromaquia en El ídolo de Acapulcodonde interpretó un pasodoble llamado el toro; o como Virgenpero todo ello grabado en vídeo que se grabó en la plaza de Antequera junto a emilio muñozy de hacer una reverenciareincidió en la estética del coso más adelante con otro tema, Vivir por amor.
La musica cantada del toreo se sostiene también en la figura de Pablo Simón, bajista de The Clash, que avizora noqueado, en una corrida de toros en Las Ventas, el paralelismo entre un torero herido de gravedad y los Cristos de Rubens o de Caravaggio y eligió ese motivo para sus cuadros. Other Hallazgo de la investigación emprendida por Osborne se refiere a Mecano: aunque parecía que Nacho era el hermano aficionado –fue quien compuso la fiesta nacional– el tiempo reveló que es José María el más afín a esa liturgia y, como Simonon, también tomó los pinceles para crear los carteles de las ferias de Madrid o Málaga. De Metálicawhich encargó el dibujo de un toro negro como imagen de su concierto en el WiZink en 2018, a Rosalía, que en indispuesto bailaba en una moto de gran cilindrada con un joven que ensayaba pases de torero, la iconografía ha calado también en el pop y el rock pesa ese cliché que lo limita a la ópera, la copla y el flamenco.
Una tesis que revivindicó en la presentación del libro un brillante Iwasaki, que grabó las veces que Hollywood o la literatura anglosajona han pisado el ruedo gracias a la Sangre y Arena de Blasco Ibáñez hay fiesta de Hemingwayy que repasó ante los asistentes una encantadora playlist con temas como El Gran Manolete de Herb Alpert & The Tijuana Brass Oh Tengo el toro por los cuernos de Jhony Horton. Iwasaki acudió en su intervención a los idilios de matadores con divas pop –el de Rafi Camino y Samantha Fox y el de javier condeantes de Estrella Morente, con marta sanchez– para apuntar que el mundo de los toros también se ha modernizado en materia amorosa.
La musica cantada del toreo es uno de los títulos con los que nace El Paseíllo, una propuesta que llega a las librerías además con El cordobés y el milagro popde Fernando González Viñastambién editor en esta nueva aventura, y Ya nadie dice la verdad. Diálogos íntimos del toreo de Vicente Zabala de la Serna y José Aymá. “Habríamos publicado estos libros en El Paseo”, afirma el editor David González Romero, “pero por amigos entusiastas que se mueven en este mundo necesitaban plantar El Paseíllo como un sello independiente. Este libro resume una de nuestras ambiciones: queremos mostrar que la tauromaquia es una temática moderna, popular y culta”.
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