
la pena fernando de toro en Almonte volvió a citarse con el aficionado. Lo hizo con un cartel de tronío y con el argumento de citarse con dos disciplinas como son la pintura y la ciencia. Ambas de la mano del pintor Humberto Parra y del catedrático matemático José Miguel Díaz, respectivamente. In medio de ambos quien justifica la teoría de la geometría del toreo y del arte plasmado por pinceles: el maestro Paco Ojeda.
Lleno de no hay billete en el Casino de La Paz con el periodista sevillano Emilio Trigo repartiendo juego y el criterio en la conversación. Agradecido a Almonte. Elegante y profesional y agradecido en su encomienda a la Virgen.
De ahí en adelante un lujo de charla con el maestro Ojeda dejando titulares en cada frase.
“Yo no me he arrimado al toro he dado la oportunidad que el toro se arrime a mí y el trago era un poquito…. complicadito”, dijo el de Sanlúcar antes de pasar a definir el compromiso torero frente a los publicos Antonio Ordóñez que había uno que toreaba better que él, su venganza fue ofrecerme los seis toros en Ronda”.
“Hey eso respetar al publico y dar todo lo que se tiene. Mi guerra era ganarle la pelea al otro torero y pisarle la cabeza, ahora falta eso y por esta razón no va la gente a los toros.Yo tenía a toda la prensa en contra, me costó tela convencerlos. Los dos toros más importantes de mi vida jugaron con mi vida.A las 6 de la tarde sale el toro ante catorce mil persona Te tienes que jugar la vida… que venga un tío y lo estudie” esgrimió quien en su momento propició una de las grandes revoluciones del toreo moderno.
Más adelante el propio Ojeda arremetía ante esa plétora de toreros que intentaron en muchos momentos documentar su oficio con las coordenadas que el de Sanlúcar había ejercido fundiendo tierra esos que toro y torero poseen de oficio. “Con veces duele que otros maltraten lo que tu has hecho, no duele que alguien lo haga mejor. Para emocionar hay que dejar que el toro llegue a ti vivo, el arrimón al final es otra cosa. Se torea casi perfecto, las faenas duran mucho… pero se emociona poco”, sentenció Ojeda.
Por su parte el pintor limeño Humberto Parra explicó su visión sobre esa concreción de temática taurina que surge de sus pinceles. “Hey eso pegar las pinceladas ligadas. Después de bocetar cuando pinto el toro soy yo, el torero soy yo, la faena soy yo para poder emocionar. El artista y el torero nacen, pero después tienen que hacerse. El Público no está de adorno, hay que emocionarlo”.
Con tanto sobre la mesa el matematico José Miguel Díaz argumentó la relación entre toreo y ciencia “distancia, geometría son términos matemáticos, el toreo tiene un análisis matemático vengo de estudiar el flamenco desde la perspectiva matemática que pueden ayudar a preservar este arte. No hay ecuaciones. En el arte andaluz, en los pasos en la calle, en el flamenco, en el toreo gusta lo “despacito” y cuando más despacio se hace más nos emocionamos, de manera inversamente proporcional. Los toros es una super cultura que actúa como foco de otra cultura”.
Noche bonita con la gente de Almonte dejando hablar de toros. Retomando un papel que corresponde al aficionado y estando presenta a través de esa reinauguración reclamante de Emilio Gil presidente de la peña Fernando de Toro con recuerdo a Curro Cáceres en el salón del Casino de La Paz.
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