
RIO GRANDE, Puerto Rico.- Una máquina de fabricar golf de excelencia, un deleite para los ojos dentro de un paisaje paradisíaco. Mateo Fernández de Oliveira juzgó un espectáculo que recordará toda su vida, en un torneo que puede significar el gran trampolín para su carrera: escribió 63 golpes (-9), totaliza 198 (-18) y lidera el Latin America Amateur Championship por cuatro a jornada del cierre. Una ventaja sobre el mexicano Luis Carrera (68 ayer) que lo acerca a la clasificación para tres de los cuatro majors de este año: el Masters, el US Open y el Open Británico, en ese orden cronológico. Este domingo procurará estar “en su zona”, como le gusta decir respecto de la cuestión mental, para que los nervios no lo traicionen y siga desplegando un rendimiento que se asemeja a los profesionales del PGA Tour.
La comparación con los golfistas que embolsan dinero por actuar en el máximo circuito no es antojadiza: Fernández de Oliveira igualó el record para los primeros 54 hoyos de Victor Hovland, Scott Brown y Fabián Gómez en la misma cancha del Abierto de Puerto Rico. Los dos primeros terminaron siendo campeones y el quandño quedó a golpe de ingresar en un desempate. Además, el sanisidrense empardó la vuelta más baja del LAAC en la historia: el dueño de esa marca de 63 correspondía exclusivamente a Joaquín Niemann, que en la jornada final de Santiago de Chile, en 2018, operó esa partitura y se impuso a pura contundencia. Poco después, el trasandino daría el salto al PGA Tour y ganaría dos títulos.
“Es un deportado de momentos”, asegura Fernández de Oliveira, de 22 años y formado en la Universidad de Arkansas. “Es esperar el momento de medirse en tu proceso mental. El birdie en el hoyo 11 me puso en marcha y mantuve la paciencia, un factor que fue clave”, cuenta. Y también confiesa que viene sintiéndose más tranquilo dentro que fuera del campo. A juzgar por la función excelsa que dio, es rigurosamente cierto: nueve birdies en la tercera vuelta (cinco seguidos del 11 al 15) y ningún error. Su cierre en el 18 resultó a toda orquesta, con otro birdie que obliga a su principal retador, el mexicano Carrera, a extremar esfuerzos para el desenlace, que irá televisado en vivo por ESPN desde las 12 de nuestro país. “No la consideraría la mayor ronda de mi vida porque todavía me queda jugar una más. Pero fue en la que me sensí más cómodo, porque vio que tenía todo bajo control”.
En la ciudad del año pasado en Casa de Campo, República Dominicana, Fernández de Oliveira arrancó el domingo a siete golpes de distancia de la punta y finalizó segundo. Ahora, mirará a todo desde arriba: “Aquella vez tenía que poner un número en el Club House y no me alcanzó. Ahora me gustar estar como líder”, asegura, en una muestra de madurez y con un estilo asociado con el método y el análisis, sin dejar aspecto libre al azar. Eso no quita que se haya permitido una estrategia plena de creatividad para calcular espadas y sortear palmeras, porque el recorrido tampoco estuvo exento de dificultades. Aunque cada vez que se vio en problemas, salió airoso con llamativa soltura.
En el grupo final habrá otro argentino, Vicente Marzilio, que también viene acumulando méritos para lograr algo importante en el campo Grand Reserve, a orillas del Mar Caribe. El jugador de Hindú Club realizó 66 golpes, aparece a cinco de su compatriota y todavía se ilusión, aunque el sábado hubo un detalle que llamó la atención: “Me encontré ver el tablero en el 17; ahí me di cuenta que habían llenado la cancha de birdies. Pensé que estaba más cerca de la punta, pero no importa: mi idea es jugar con menos control y más relajado para mi golf fluya”.
Otros dos albicelestes, manuel lozada (-10 en total) año Mateo Pulcini (-8), se metieron en el top 6 y no quieren rendirse en el LAAC, el torneo que ungirá este domingo a campeón y le darían tres recompensas invalorables en una misma entrega de premios.