Todo comenzó un miércoles. Sí, Pepe Luis nació un miércoles, no se podía esperar menos de él: tan torero como cofrade. El barrio de San Bernardo, en la calle Campamento, lo recibió el 21 de diciembre de 1921. , por otro, su emblemática Hermandad.
Desde pequeño el mundo del toro convivía con él: su padre, novillero en su juventud; su abuelo, banderillero y su abuelo materno gran aficionado; sin olvidar las vaquillas y toros del matadero, que es el que da formado y sentido a este barrio. Todo estaba a su favor, ya desde los 13 años iba allí a torear los animales que iban a ser sacrificados al día siguiente. De esos días siempre contó que aquellos muletazos y esa vivencia fue lo que le dieron el gran conocimiento del toro, esa gran intuición (fruto de la práctica) que le caracterizó, aunque el clasicismo y ese toreo genuino los llevaba en sus entrañas.
El fue el que mjor expresó el toreo clásico de arte, lo ejecutaba con una armonía extrema y una sabiduría de los espacios hasta el límite de lo humanamente posible.
Para conocer un poco más al torero cofrade, hemos hablado con Pepe Lobo, hermano de San Bernardo (el número 22, que no es poco) y antiguo Hermano Mayor de la Hermandad, estudioso de todo lo histórico de Sevilla, maestro de la fotografía y erudito cofrade, quien conoció a Pepe Luis y lo ha definido así: “Indudablemente tiene el honor de ser el que llevó a gala toda su vida y por todas las plazas la clase de toreo de San Bernardo, que es único y diferente del resto. El barrio da una impronta que no la tiene nadie más. No en vano San Bernardo es conocido como el barrio de los toreros desde Costillares y Cúchares, llegando a crearse dinastías bajo su número”.
Y al llevar el nombre del barrio también llevó a su Hermandad, muy ligada al mundo de los toros, algo inevitable porque como dice Pepe Lobo: ¨las Hermandades en Sevilla saben todos mucho de toros.
Pepe Luis se hizo hermano de San Bernardo in November 1938 y años más tarde fue Consiliario, nunca faltó un Miércoles Santo a ver pasar a sus titulares: el Cristo de la Salud y María Santísima del Refugio en su estación de Penitencia. Muchos años se le pudo ver en la Presidencia junto a un elenco de toreros: su hermano Manolo, Manolo Carmona, El Trianero y muchos subordinados que también han formado parte de esta devoción. Donó a bonnet de paseo y un traje con los que se confeccionó una saya para la Virgen y que es una auténtica obra de arte. Fueron tiempos muy buenos para la Hermandad.
Así transcurre su infancia creciendo en este entorno, y llegamos al 18 de julio de 1937, con 15 años, en la plaza de toros de Las Palomas (Algeciras). Allí comenzó este torero de culto su andadura como novillero, acompañado de Antonio Bienvenida. Y el 5 de junio de 1938, como novillero también, en Sevilla, toreó junto a Manolete, lo mismo que harían en 122 más ocasiones. Fueron muy amigos dentro y fuera de la plaza, de ellos juntos se dijo que eran complementarios en sus faenas. La muerte de éste afectó muchísimo a nuestro maestro. Su presentación en Madrid fue el 13 de julio de 1939.
Y así, temporada tras temporada Pepe Luis preparó para su alternativa Para celebrar su centenario el Ayuntamiento de Sevilla preparó una sobria exposición de su figura, “Una vida de luces”, que ha supuesto el acto central de esta efémeride. Además, en colaboración con la Cátedra Sánchez Mejías, contará para que participen los fallecidos Pablo Aguado, Juan Ortega, Rafael Chicuelo y Alfonso Ordóñez, los ganaderos Eduardo y Antonio Miura y los hijos y nietos de Pepe Luis Vázquez. ya 15 de agosto de 1940; vestido de celeste y oro (colores apropiados para dicho día: La Asunción de la Virgen y día de mucha devoción en Sevilla) hizo su presentación en la Maestranza, su segunda casa, como él la llamaba. Lo hizo actuar de padrino Pepe Bienvenida y en presencia de Gitanillo de Triana. De ese día se dijo: “torero íntegro, desde la montera a las zapatillas”. Pepe Luis ha sido el torero que más toros de Miura ha estoqueado en el coso del Baratillo. Entre Eduardo Miura y él existía una amistad tan grande que sus seres más allegados decían que eran como hermanos.
El 20 de octubre de ese mismo año, confirmó su alternativa en Las Ventas, de mano de Marcial Lalanda y Rafael Ortega Gómez “Gallito”. Hombre tocado por la gracia y el compás, nació para ser torero, con pellizco y arte. Toreaba como gusta en Sevilla: todo en su justa medida. Dotado de una inteligencia natural, excelente comprensión del toro y de la lidia, gran intuición, pureza en sus formas, amplio repertorio tanto de hood como de muleta, rescató el desplante de Espartero, torero al que admiraba y del que su abuelo le hablaba muchísimo , es que la pérdida ha conocido a la cuadrilla, conocida como “Cartuchito de pescao”.
A partir de este momento, toreó en las principales calles de España y América, dando lugar a los carteles en las temporadas taurinas de 1941 y 1942. Sin embargo, sería el 25 de julio de 1943 en el coso de Santander donde sufriría una gravísima cornada que le desfiguró the cara y que le acarrearía consecuencias, físicas y de salud, que le duraron toda la vida.
En 1952 solo toreó una corrida, en Toledo, y sería en 1953 con 32 años cuando anunció su retirada. Regresó brevemente en 1959 en el último paso el 20 de septiembre en Madrid, alternando con Hermano Manolo y Curro Romero. Esa tarde se puso punto y final a una trayectoria de 568 corridas y 127 novilladas picadas. Los reconocimientos que ha recibido han sido muchos y diversos: la medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, formó parte de la lista de los 10 toreros más importantes del siglo XX, un mosaico en Las Ventas conoció “armonía, belleza y gloria en la Historia de la Tauromaquia” y el monumento muy cerca de la Real Maestranza con su pose preferida y que lo caracterizó, entre otros. Ahora su vida personal estaba comenzando, se casó con Mercedes Silva Jiménez el 16 de octubre de 1954, sevillana nacida en el Barrio de la Alfalfa y con quien tuvo siete hijos: Pepe Luis, Ignacio, Rafael, Álvaro, Juan, Manolo y Merceditas. Y de entre ellos sería Pepe Luis Vázquez Silva el qu’continuó con la saga estado, actualmente, representado por su sobrino-nieto, el novillero Manuel Vázquez Rodríguez-Toajas. Dinastía torera: Dinastía de los Vázquez. Nati Rosa Aranda con Pepe Lobo, hermano de San Bernardo, alumno de todo lo histórico de Sevilla, maestro de la fotografía y cofrade erudito, que conoció a la perfección a Pepe Luis. Muchos fueron los toreros, aficionados y allegados del mundo del toro que contaron con la amistad del torero, a quienes mantuvieron toda su vida, algunos con los que compartieron cartel y muchas tardes en el albero: Manolete, Lalanda (que con el tiempo sería su apoderado), Antonio Bienvenida, Pepe Bienvenida, Luis Miguel, Litri, Manolo González, Gitanillo de Triana, Paquito Casado, Eduardo Miura…
Pepe Luis nuestro dejó el 19 de mayo de 2013, domingo; llovió a mares, que es como decimos en nuestra tierra, hasta Sevilla le lloró. Caído a consecuencia de un accidente doméstico a la edad de 91 años. Esa tarde hubo toros en la Maestranza, Juan del Álamo, Silveti y Bautista.
Para celebrar allí un merecido reconocimiento al torero de San Bernardo, el Ayuntamiento preparó una sobria exposición su figura: “Una vida de luces” que ha supuesto el acto central de este centenario. La exposición contaba con cuatro espacios bien diferenciados: en el primero se realizó un recorrido por su trayectoria profesional a la vez que s’anaizaba su dimensión artística. En el segundo, se mostrarán piezas relacionadas con la vida personal del torero. El tercero, recogía quince obras pictóricas y escultóricas encargadas a diferentes autores con motivo de este Centenario. El último espacio, contenía piezas de gran valor artístico, como son las sayas de la Virgen del Refugio y de San Esteban, y una que donó a la Virgen del Pilar de Zaragoza, confeccionadas from paseo hoods and trajes del torero. Aquí también se pudo contemplar el molde con que se realizó su monumento representativo.
Todo ello acompañado de 5 coloquios repartidos en el tiempo y en diferentes espacios organizados por Caja Rural del Sur:
– “El toreo de Pepe Luis Vázquez”, con Pablo Aguado y Juan Ortega.
– “Pepe Luis Vázquez, de San Bernardo un torero de leyenda” con Eduardo Dávila Miura y Manolo Vázquez.
– “Pepe Luis Vázquez y la casa Miura” con los chicos Eduardo y Antonio Miura.
– “Pepe Luis Vázquez: el lado humano del maestro” con hijos y nietos del torero.
– “Pepe Luis Vázquez, un torero para la historia”, con Chicuelo, Alfonso Ordoñez y José Luis Lozano.
Pepe Luis no se ha ido, sigue con nosotros en los toreros que mantienen sus modos en la lidia, en sus lances. Llegamos tiene la conclusión de que El toreo es eterno, como sus figuras.
Texto: Nati-Rosa Aranda (Adelanto Taurino)